
Por Federico Malpica Basurto, Instituto Escalae
Para el proceso de innovación pedagógica, los docentes solemos enfrentarnos con condicionantes. Vivimos una profesión que por su propia naturaleza, conlleva unas satisfacciones enormes. Como lo expresaba recientemente una futura profesora aún en prácticas: “Voy por el pasillo y escucho que me saludan por mi nombre los alumnos, o que aquel que era un rebelde al inicio, comienza a hacerme preguntas sobre el tema que estoy explicando, y siento una satisfacción enorme. Es magnífico”.